EDITORIAL

 Honremos a nuestros difuntos

En nuestras vidas, siempre muy ocupadas, pocas veces nos damos tiempo para pensar en nuestros antepasados que ya no están con nosotros. Muchos de ellos vivieron sus vidas en situaciones muy difíciles y supieron luchar con dignidad y valor para salir adelante y formar buenas familias.

La mejor herencia que nos dejaron fue nuestra formación basada en valores y en la cultura del esfuerzo, el compromiso, la honestidad y la responsabilidad. O sea, en un proceso de superación personal y camino al éxito, basado en su amor a nosotros y sus valiosas experiencias de vida.

Muchos de nuestros logros son un resultado de lo que nos enseñaron. Es, pues, justo honrar su memoria y darles un merecido reconocimiento por su legado.

¡Que siempre vivan en nuestros corazones!