Para hacer una buena reflexión podemos seguir estos pasos:
- Identificar la experiencia: Escoger un evento o situación específica para analizar.
- Describir los hechos: Responder a preguntas como: ¿Qué ocurrió? ¿Quiénes estuvieron involucrados? Hay que ser objetivos y honestos.
- Analizar emociones y pensamientos: ¿Qué sentí? ¿Por qué reaccioné de esa manera?
- Sacar lecciones: ¿Qué aprendí de esta experiencia?
- Planificar acciones futuras: ¿Qué haré diferente la próxima vez?
Este proceso nos ayuda a convertir las vivencias en
herramientas de aprendizaje para una superación personal continua.
¡Hagamos tiempo para reflexionar!