EDITORIAL

Empecemos con la Visión

Cuando hablamos de Visión y Misión, mucha gente piensa que solo es aplicable a las empresas u organizaciones. Sin embargo, vamos a ver cómo podemos usar estos conceptos en nuestras vidas.

La visión personal es una proyección ideal del futuro que deseamos construir. Son nuestros sueños y aspiraciones más profundos, guiándonos en la toma de decisiones y dando un propósito de vida. Por ejemplo, una visión podría ser "ser un líder inspirador en mi campo profesional, impactando positivamente en mi comunidad".

La misión personal define el propósito actual que da sentido a nuestras acciones. Responde a la pregunta: "¿Qué quiero aportar al mundo hoy?". Mientras la visión apunta al futuro, la misión se enfoca en cómo vivimos el presente para alcanzar esa visión. Una misión podría ser: "aprovechar mis talentos y habilidades para superarme continuamente y ayudar a otros en su desarrollo".

Las metas personales son los objetivos concretos que hacemos para cumplir nuestra misión y acercarnos a nuestra visión. Estas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido. Por ejemplo: "Tomar un curso de Camino al Éxito este año" o "ahorrar el 15% de mis ingresos para lanzar mi propio negocio en tres años".

¿Cómo relacionarlas y lograrlas?:

  • Define tu visión a largo plazo: ¿Qué quieres ser o lograr?
  • Escribe una misión que refleje tu propósito actual.
  • Fija metas claras alineadas con tu misión y visión.
  • Haz un proyecto de vida, evalúa tu progreso regularmente, cada mes o trimestre, y ajusta tus planes según sea necesario.

¡Te invito a que hagas tu visión, misión, metas personales y proyecto de vida!